NATALIA KATHERINE CANIZALES

La informalidad siempre ha existido en todas las sociedades.  pero  hasta hace poco viene tomando gran importancia al convertirse en un fenómeno social debido al incremento de esta actividad en los países en vía de desarrollo, haciendo parte de la economía mundial. A principio de los años 70 Keith Hart, estudió este fenómeno debido al gran número de personas que emigraban del norte de Ghana a la capital de Accra y al no encontrar un trabajo asalariado y para sobrevivir debieron dedicarse a actividades de bajos ingresos, a esto le denominó “sector informal” (Hart, 1973).

De allí esta fuerza de trabajo, que continúa siendo de igual forma; es decir, actualmente las personas que se dedican a laborar en el sector informal o economía informal como también se le conoce ahora, provienen del desplazamiento forzado y del fenómeno de la emigración a las grandes ciudades, y su forma de supervivencia es a través de las ventas ambulantes o del sector informal.

Debido a la falta de oportunidades en el mercado laboral y las altas tasas de desempleo, han surgido fenómenos informales. En este sentido, la informalidad se convierte en una respuesta a la falta de empleo y la posibilidad de subsistencia. Además, el envejecimiento de la población se está acelerando. Esto no es un problema, sino un fenómeno demográfico. Significa que la transformación social y los cambios están en todos los ámbitos. La tendencia de las personas mayores a salir a las calles para encontrar trabajo no está lejos. 

Las Condiciones de trabajo y de salud de los Vendedores informales son indignantes; el objetivo de este ensayo es analizar las condiciones en que se exponen a diario este grupo poblacional. Los resultados son concluyentes al determinar que el ambiente físico en el que laboran los vendedores informales es inadecuado, lo cual sumado a extensas jornadas laborales y a la inseguridad y delincuencia del sector en el que laboran, supone riesgos para la salud, que ya son referidos en síntomas como dolor de espalda, dolor de cabeza, dolor en las piernas, cansancio visual y cansancio físico. (Gómez et al., 2012).  

Según Arias y Bernardini, Los adultos mayores tienen una serie de debilidades. Relacionados con la salud, la vivienda y la seguridad. Aspectos sociales, educativos y laborales, entre los cuales Estos otros últimos aspectos son muy importantes,  Para que los ancianos a menudo Marginados por el sector del mercado laboral Al ser desplazado frente a la gente más Jóvenes, mucha gente encuentra trabajos informales Una forma de obtener ingresos baratos y Como forma de participar activamente en la familia, Sociedad, no puedo evitar decir esta situación Las vulnerabilidades sociales y laborales corresponden a Problemas económicos estructurales.(Arias y Bernardini,2008).

La calidad de vida de este grupo poblacional se define en general como el bienestar, felicidad y satisfacción de la persona, que le otorga a ésta cierta capacidad de actuación, funcionamiento o sensación positiva de su vida,es decir que en las condiciones tan pésimas en las que trabajan difícilmente podrían hablar de calidad de vida.

Al tema del trabajo en la tercera edad, existen diversas teorías que por un lado buscan desvincular al adulto mayor del mercado laboral, argumentando perdida de capacidades físicas, cognitivas, de fuerza, motrices entre otras perdidas que incapacitan o imposibilitan a la persona mayor para realizar alguna actividad laboral, mientras que otras buscan establecer que independiente de la edad que se tenga el adulto mayor, a pesar del declive y de los cambios que se presenta durante la etapa de la vejez, estos pueden tener la capacidad de laborar.

 El continuar o no participando del mercado laboral, luego de la edad de jubilación, se ve influenciado por dos principales causas, la falta de ingresos o el déficit en protección social, causan que el adulto mayor participe del mercado laboral, para subsistir ellos mismos o para la contribución económica de sus familias, por otro lado, la consideración del trabajo como fuente de satisfacción, bien sea por lo económico o por la obligación social, que conlleva a que estos prolonguen su actividad laboral durante la vejez. (Farné, Rodríguez y Contreras, 2014).

La falta de oportunidades laborales para el adulto mayor , es un fenómeno que comienza a tenerse en cuenta en las agendas de gobiernos y organismos internacionales. Las alarmas están encendidas debido a su incremento -por la baja mortalidad y fecundidad- y genera necesidad de ocupación laboral para el logro del bienestar integral de esta población. Con relación al tema de las políticas pensionales, la legislación colombiana viene incrementando la edad de jubilación; en contraste, no se evidencia correspondencia con la proporción de la oferta de empleos para personas mayores de 60 años. Por lo tanto, los adultos mayores se ven abocados a competir con los jóvenes que inician su vida laboral, y como respuesta a esta situación recurren a la generación de empleo informal.

En algunas casos y al término de su vida laboral, las personas mayores se convierten en soporte de sus familias, encargándose del cuidado de los nietos o de los hijos en situación de discapacidad otros ejercen actividades como el voluntariado.

 En cuanto a seguridad social, las reformas políticas modifican el papel del Estado respecto a la salud y pensiones de la población adulta mayor, pasando de una función del Estado a una del mercado. Desde esta perspectiva, envejecer que podría ser considerado un éxito de la persona, se convierte en una corresponsabilidad individual y familiar. El artículo 46 de la Constitución Política reza: "El Estado, la sociedad y la familia concurrirán para la protección y la asistencia de las personas de la tercera edad y promoverán su integración a la vida activa y comunitaria. El Estado les garantizará los servicios de la seguridad social integral y el subsidio alimentario en caso de indigencia" (Constitución política de colombia,1991).

Queda claro que en Colombia el adulto mayor solo es objeto de atención del Estado en caso de indigencia; no se valora su experiencia que genera un cúmulo de conocimientos. Dice Humberto Venegas "la experiencia tiene un valor tan significativo como lo que se ha aprendido en forma académica... su vida (la del viejo) ha sido una escuela que puede servir a las nuevas generaciones, que combinado con las nuevas ideas o planteamientos que la sociedad en su conjunto busca, se pueda plasmar en un resultado más completo, al tener en cuenta tanto la teoría como la experiencia" (Vanegas, H 2016).

Para la Organización Mundial de la Salud, OMS, "el envejecimiento activo es el proceso por el cual se optimizan las oportunidades de bienestar físico, social y mental durante toda la vida, con el objetivo de ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez" (organización mundial de la salud 2014).

No obstante, el estereotipo social habla de juventud como símbolo de estética, de fuerza, innovación, capacidad de consumo, mano de obra barata, contrario a lo que es el adulto mayor. Según la gerontología cognitiva, los mayores aventajan a los jóvenes en un saber derivado de la experiencia, que se conoce con el nombre de "inteligencia depurada"; el cual determina que al envejecer no se atrofian todas las funciones cerebrales, por el contrario, se refuerzan determinados procesos para compensar quizá, la disminución de la rapidez mental, en otros .

Mantener un adulto mayor vigente en el ámbito laboral, significa convencer a todo un sistema económico y social, que el trabajo físico y mental permiten que el cerebro y el cuerpo se mantengan activos, sin importar los años, y que la reacción frente a situaciones laborales de jóvenes y adultos es diferente, pero no menos eficaz. En un buen entorno laboral, que va desde la adecuación del puesto de trabajo hasta las labores asignadas, sin detrimento económico para ninguna de las partes, el adulto mayor puede continuar dentro del engranaje productivo sin afectar los procesos. Sin embargo, hay que recordar que muchos países viven un cambio socio demográfico importante, que actualmente afecta de manera directa a la población. La sociedad está envejeciendo como un proceso evolutivo que toca a todos los humanos, por lo tanto, es importante considerar las implicaciones que en nuestros días impactan en la actividad laboral de este grupo poblacional.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) se ha ocupado del tema y sugiere algunos retos a los países miembros a la hora de elaborar políticas sobre el envejecimiento. Entre ellos se destacan: 

- Transición gradual y flexible de la vida activa a la jubilación, como medio para brindar a los trabajadores mayores la oportunidad de permanecer activos tanto tiempo como deseen. 

- El desarrollo de las medidas necesarias para impedir la discriminación en el empleo y la ocupación, prestando especial atención a los trabajadores mayores. 

- La aplicación de políticas encaminadas a formar y reeducar profesionalmente a los trabajadores mayores, con el fin de ayudarles a adaptarse a las nuevas demandas y oportunidades, utilizando el principio rector de la educación permanente como estrategia preventiva a largo plazo. 

- Aprovechar el potencial de las tecnologías de la información y la comunicación, para ofrecer nuevas posibilidades de empleo y formación a las personas mayores, incluidas aquellas con discapacidades.

Uno de los compromisos adquiridos por Colombia en la Conferencia Regional Intergubernamental sobre Envejecimiento realizada en Chile en el año 2003 fue "contribuir firmemente a superar las representaciones negativas y estereotipadas de la vejez, trabajando por el reconocimiento y valorización del aporte económico de las personas adultas mayores, así como por el respeto y ampliación de sus derechos sociales y económicos". Allí se recomendó "el Estado debe garantizar un ingreso económico mínimo y digno a las personas adultas mayores como un derecho humano fundamental. En especial la cobertura de la seguridad social y la inclusión de programas de pensiones no contributivas; asegurando la incorporación de la población mayor en condiciones de pobreza y vulnerabilidad".

En conclusión la población anciana ha aumentado, tiene habilidades, derechos y experiencia. Si bien existen normativas nacionales e internacionales en este ámbito, no se han implementado, y muchos de ellos se ven obligados a buscar otras oportunidades laborales en condiciones inestables para poder sobrevivir. El aumento de la población anciana que se dedica a actividades económicas, sumado al envejecimiento de la fuerza laboral, puede afectar el crecimiento económico y el funcionamiento del mercado laboral, por lo que tradicionalmente se espera que las personas mayores dejen sus lugares de trabajo en manos de los jóvenes. Existe una inconsistencia entre las contribuciones que las personas mayores pueden hacer en el trabajo y lo que les brinda el sistema socioeconómico.

 Para reducir el impacto de esta situación en los países desarrollados, la gente aboga por la jubilación anticipada para mejorar las perspectivas de empleo de los jóvenes desempleados. Sin embargo, la Organización Internacional del Trabajo dijo que la gente está actualmente muy preocupada por la migración a gran escala de personas experimentadas y la brecha en la transferencia de conocimientos entre generaciones, especialmente en investigación y desarrollo. Es necesario reflexionar sobre lo que sucede con los adultos mayores en el lugar de trabajo para asegurar ingresos económicos, productividad, ocupación y valoración que contribuyan a su bienestar general; obviamente, en el sistema laboral y productivo de Colombia, el costo de la edad es que la gente lo soporta. , pero el estado ignora esto.


BIBLIOGRAFIA 

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