El trabajo infantil en Colombia es una realidad que no es nueva dentro de una sociedad en la que por sus costumbres y tradiciones, se ha inculcado el trabajo desde la niñez como un método de conseguir y luchar por las necesidades de diferentes núcleos familiares en estado vulnerabilidad económica, cuya consecuencia de este fenómeno social se convierte en una problemática que genera de destrucción de la niñez en todo su sentido, basado en la opresión de los derechos humanos dentro del marco del derecho laboral. Ahora bien, tendré en cuenta diferentes conceptos entre varias Corrientes de derecho y marcos de naturaleza jurídica, basándome en lo anterior para tener claro y ser puntual en cada termino y conceptualización que quiera argumentar. Si bien en el presente ensayo se pretende dar una ampliación de diferentes puntos de vista en cuanto a lo que significa el trabajo infantil y de que manera afecta también llamado este fenómeno social al país que diariamente se ve afectado y dañando directamente la crecimiento de la niñez. Y también realizar un análisis sobre la vulneración de derechos relacionados con esta problemática. Ahora bien es importante abarcar el origen de esta problemática que ha venido desarrollándose a medida que pasa el tiempo y que  cambian los ambientes sociales, partiremos afirmando que el trabajo infantil viene relacionado con la esclavitud en Colombia, pues en el desarrollo de la historia de Colombia los niños, niñas y adolescentes ya venian ejerciendo labores de agricultura, comercio e industria que se encuentran vinculadas al sector informal que no se les garantiza ningun tipo de beneficios laborales. Cabe resaltar que la explotacion infantil y el trabajo infantil, si bien ambos se relacionan con los niños, son terminos totalmente diferentes en cuanto a que, la explotación infantil se entiende como toda persona menor de 18 años es empleada como mercancia u objeto en beneficio de terceras personas que se ven compensadas por diferentes intereses monetarios es pertinente la aclaración del concepto “ explotacion infantil” ya que dentro del trabajo infantil existen formas de trabajo de niños, niñas y adolescentes que no implican formas de explotacion o abuso laboral. De tal modo cabe resaltar los articulos 3 y 24 de la declaracion universal de los derechos humanos donde afirma que, toda persona tiene derecho a la libertad, a la vida y ademas la maternidad y la infancia son primordial en cuanto a derechos y protección de asistencias especiales. De tal modo, dentro de la protección social universal sobre el trabajo infantil, la gran mayoria de los niños en todo el mundo, en su trabajo con remunerativo o no remunerativo se evidencia que no son perjudicativos para ellos, sin embargo se ha considerado que cuando los niños demasiado jovenes son expuestos a trabajar en diferentes ambitos laborales se puede comprometer el desarrollo fisico, menta, social y educativo. (organización de las naciones unidas ONU) Dentro de un marco jurídico consiguiendo la erradicación del trabajo infantil y desarrollando el derecho de los niños a recibir educacion pese a sus necesidades, el ordenamiento jurídico Colombiano en aplicación a la existencia social, economica y cultural que compromete a los menores de edad en diferentes actividades laborales o un mundo laboral, dicho ordenamiendo se encarga de desarrolar un cumpliento de una limitada edad de permisividad para el desarrollo de labores no peligrosas por parte de los niños, dicha edad establecida el niño podrá ejecutar actividades de trabajo antes de haber completado su escolaridad, es decir, los menores que realicen actividades laborales entre los 15 y 18 años deberan sujetarse a una serie de condiciones como las mencionadas anteriormente incluyendo la autorizacion escrita por un inspector de trabajo o en su defecto la primera autoridad local, conforme lo dicta la  Ley 1098 de 2006.   El ministerio de protección social junto con el instituto Colombiano del bienestar familiar, conformaras y estipularan una serie de clasificaciones de trabajo para los niños dependiendo su peligro y nocividad de la labor. El trabajo infantil compone un tipo de crueldad que casi no se visibiliza en la sociedad, pero no es de menor impacto pese a ello, es una esclavitud que imparte desde más allá de unas implicaciones, sociales, políticas y jurídicas, sigue siendo un problema moral. La explotación infantil constituye una notoria vulneración del derecho a la dignidad humana que toda persona es portadora de ello. (Gonzalo. 2017) Dicho de otra manera, tanto los niños que son sujetos de derecho, como el trabajo que es un derecho no se puede pretender que se entendiese como una acción que en su ejecución beneficie en el desarrollo completo del niño, ya que abarca una amenaza directa en cuanto a su salud, teniendo en cuenta que es importante el tiempo que el niño sujeto de derecho puede utilizar para ir a la escuela, realizar labores netamente de su niñez como su interaccion social o simplemente para su descanso, lo está utilizando para la ejecución de un trabajo que afecta en su crecimiento personal. Alfonso Lopez en su publicación de trabajo infantil una cuestión de derechos humanos, afirma que es todo menor de quince años que ejerce una actividad laboral  cualquiera que sea su condicion de actividad economica ya sea asalariado, trabajor no remunerado o un trabajador independiente. En el mundo actual el trabajo infantil que data de una larga historia economica y social que se caracteriza con modelos de desarrollo diferentes y transformaciones sociales y culturales. La explotación infantil, también conocida como esclavitud infantil, es la utilización de niños por parte de adultos en trabajos rutinarios o peligrosos con fines domésticos o económicos que afectan el desarrollo personal y emocional de los menores y el ejercicio de sus derechos. Algunos escritores usan el término como sinónimo de trabajo infantil, mientras que otros usan este último de manera más amplia sin la necesaria carga negativa. A lo largo de la historia de la revolución industrial, a los niños que tenían que trabajar se les pagaba solo entre el 20 y el 15 % del salario de los hombres adultos. Empiezan a trabajar a partir de los 7 u 8 años. Suelen realizar tareas específicas como el seguimiento del correcto funcionamiento de la máquina (portabobinas, máquina de tejido) y el engrase de la máquina. La primera máquina de hilar algodón era tan pequeña que solo los niños y niñas podían usarla o repararla, y era muy fácil enseñarles a usarla. Esto los puso en grave peligro ya que quedaron atrapados dentro y fuera del automóvil, sufriendo quemaduras, traumatismos graves y extremidades rotas. Hay datos sobre distorsiones faciales causadas por aceite de cocina de máquina o trabajo con productos inflamables. Esto los hizo permanecer de pie durante horas, sin poder cambiar de posición. En otros casos, manipularon manivelas para activar máquinas complejas. Sus extremidades rápidamente desarrollaron deformidades por horas de monótono movimiento. En la actualidad, niños, niñas y adolescentes vendiendo dulces, lavando carros, haciendo malabares, cantando, cocinando, lavando ropa, acarreando agua, etc. cuando deberían estar en la escuela son cosas tan normales y cotidianas que parecen estar en la sociedad en estos tiempos convulsos. ya se acepta como un "mal inevitable". No solo en Colombia, porque es un flagelo mundial. Este informe de la Agencia de Información aborda el tema y cubre sus causas, consecuencias y posibles soluciones. En Colombia, el nivel de trabajo infantil sigue siendo alarmante y es una grave violación de los derechos de la niñez. Según el DANE, había 1.111 millones de niños trabajadores registrados en el último trimestre de 2012, muchos de los cuales trabajaban en lugares públicos y concurridos de la sociedad. Otros, en condiciones aún más duras, se dedican a tareas como el trabajo doméstico y la explotación sexual, sin mencionar a quienes pasan a trabajar para grupos ilegales, catalogados como la peor forma de trabajo infantil. La OIT determina que el trabajo infantil cohibe a los niños de su crecimientos emocional, físico,, talentos y dignidad que vulneran todo derecho fundamental. Es decir, se presenta cuando las actividades laborales de los niños y niñas dificultan su desarrollo físico y mental y provocan su deserción escolar. Según la Organización Internacional del Trabajo, el hecho de que los niños o niñas ayuden a sus padres en determinadas tareas del hogar o negocios familiares no se considera negativo, siempre que no descuiden la escuela o vulneren sus derechos al descanso, la salud y el buen trato. Colombia cuenta con una legislación clara al respecto. El artículo 35 de la Ley de la Infancia y la Juventud establece la edad mínima para trabajar en 15 años y aclara que los jóvenes de entre 15 y 17 años deben obtener un permiso de un inspector de trabajo o, en su defecto, de una unidad regional local. Gozar de la protección prevista en la constitución política, el sistema de trabajo y las leyes que lo complementen; y los acuerdos y convenios internacionales ratificados por Colombia. También tienen derecho a la educación y especialización que les permita ejercer libremente un arte, oficio o profesión. Esto se debe a que los adolescentes que trabajan corren más riesgo de abandonar la escuela. En 2011, el 28 por ciento de ellos estaban registrados para trabajar, frente al 9 por ciento de los menores de entre 5 y 14 años, según información del ministerio de trabajo. El trabajo infantil también tiene género y afecta a niños y niñas de manera diferente. En la mayoría de los casos, la realidad es contraria a la ley, que establece que las actividades culturales, artísticas, deportivas o recreativas remuneradas para niños y niñas menores de 15 años solo están permitidas en circunstancias especiales, siempre en cualquier circunstancia en la que trabajen más de 14 horas a la semana. Sin embargo, muchos niños menores de 15 años trabajan arduamente horas no remuneradas mucho más allá de las horas permitidas en virtud de la Ley de la Infancia y la Juventud. En Colombia existe el trabajo infantil y uno de los motivos más comunes por los que los niños y niñas cambian de trabajo es el alto nivel de pobreza y exclusión que afecta a miles de familias. Según datos del DANE, el 49,9% de los niños y jóvenes contribuyen a la economía familiar a través del trabajo. De igual forma, un estudio de Gloria Amparo Henao, directora de la Corporación Educativa Combos, en el que participaron 176 niños de Medellín, reveló solo dos casos de explotación laboral, entendida como conducta coercitiva de los adultos contra los niños. Por ello, cabe aclarar que la mayoría de las veces no se trata de su explotación doméstica, sino de que los adultos no cuentan con un trabajo adecuado y necesitan el apoyo laboral de sus propios hijos, aunque sean menores de edad. Aunque muchos padres que viven en la pobreza creen que el ingreso laboral de sus hijos es fundamental para la supervivencia del grupo familiar (ya sea porque los adultos están desempleados o porque sus salarios son demasiado bajos para cubrir los ingresos familiares), existe otra situación. Factores que pueden pasarse por alto pero que son importantes al analizar los orígenes del trabajo infantil: factores culturales La sociedad ha desarrollado la fantasía de que las actividades laborales desde una edad temprana pueden profundizar las responsabilidades de las personas, desarrollar habilidades y capacidades y ayudarlas a desempeñarse mejor en la vida. El trabajo infantil tiende entonces a ser visto como algo natural, en cuyo caso los adultos se aprovechan de este consentimiento y emplean a niños y niñas porque saben que son más rentables y más sensibles. Los niños y adolescentes no siempre trabajan por diversión o con sus familias. Muchos son víctimas de la explotación. Detrás de parte del trabajo infantil hay una empresa de adultos que a menudo se queda con todo su dinero y los hace trabajar en condiciones muy dañinas. Además, para muchos adultos, los menores son personas más ingenuas y dóciles, por lo que prefieren contratarlos antes que a los adultos. No sé judicializan a los explotadores, ya que en algunos casos, son los padres u otros familiares quienes utilizan su trabajo para aumentar los ingresos del hogar. En otros casos, son ellos quienes explotan a los niños que quedan atrás, ya sea porque abandonan la escuela y no tienen la debida supervisión de los padres, o porque quieren trabajar para ayudar a sus familias. Es importante recalcar que una de las razones por las cuales las peores formas de trabajo infantil son tan altas es la falta de severidad en el castigo a los adultos culpables. En la mayoría de los casos, las personas que trabajan con niños o explotan sexualmente a niños o involucran a niños en bandas criminales no serán procesadas. La cooperación entre la policía, la fiscalía y otras instituciones es necesaria para hacer frente a la parte legal, porque la parte social no es capaz de resolver todo. En primera medida, el principal impacto del trabajo infantil es la deserción escolar, que no solo perjudica su nivel intelectual y su preparación personal y académica, sino que los empuja fuera del aula para socializar con otros niños. Un informe del Instituto de Bienestar Familiar de Columbia afirma que "las habilidades de comunicación y la fragmentación del pensamiento son limitadas, y las habilidades necesarias para la integración social se ven afectadas". Otro efecto es la pobreza persistente. Si los niños aprenden que trabajar por un pequeño ingreso es más rentable que la educación, están recibiendo el mensaje equivocado, porque enfatizar el trabajo sobre la educación solo garantizará que la informalidad persista durante toda la vida. Las consecuencias físicas son otra importante, ya que los empleadores rara vez las tratan con respeto. La salud de muchos niños y niñas se deterioró debido a las largas y difíciles jornadas laborales, las posturas rígidas y monótonas y la nutrición insuficiente. Su vulnerabilidad física es mayor porque todavía están creciendo y sus cuerpos no están completamente desarrollados. Aunque algunas actividades son más riesgosas que otras, todos los trabajos conllevan riesgos no solo por las condiciones de salud sino también por todo tipo de accidentes. La forma de combatir y acabar el trabajo infantil requiere la cooperación de toda la sociedad, porque el problema no se limita a las familias, las escuelas, las ONG o los gobiernos. Es un problema de toda la sociedad, y sólo se puede encontrar una salida decisiva interiorizando la condición de disponibilidad de productos y servicios de los menores, porque al fin y al cabo, si el trabajo infantil no es rentable, inevitablemente desaparecerá. El trabajo infantil es una manifestación de la desigualdad social. Aquí hay un artículo de Ana Teresa Vélez, coordinadora de trabajo infantil de la Escuela Nacional Sindical, quien confirma que si bien los programas de ayuda han ayudado, en realidad no han resuelto el problema. Cree que es necesario crear una política nacional de trabajo decente para adultos. Solo mejorando los índices de igualdad y reduciendo los indicadores de pobreza, desempleo e informalidad, los niños y jóvenes podrán trabajar menos. A nivel personal posterior a  haber realizado este estudio se debe recibir de manera negativa la realización y existencia del trabajo infantil, bajo cualquier circunstancia y superando cualquier imposición de vulneración de derecho fundamentales en el ejercicio de la protección de derechos principalmente en los niños, niñas y adolescentes, esta es una realidad que diariamente se resaltara en la sociedad pero que con políticas efectivas se puede lograr la erradicación con enfoque de derechos dirigidos a los factores de educación en desarrollo de combatir la pobreza en desarrollo de combatir la pobreza, por medio de métodos modernos y mediante el uso de las TIC la divulgación de los derechos que tienen los niños, niñas y adolescentes y el proceso que deben seguir frente a una vulneración y violación de estos.

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